El silencio que habito

Kitsune y el silencio que habito

Un bosque cubierto de nieve, un espanto de silencio. Un cielo gris que se asoma entre copas de pinos, pinos altos. Un cielo que arroja nieve de forma constante pero sin apuro. Mis pies descalzos se hunden cada vez más en un infame océano de nieve y emiten el único sonido en kilómetros a la redonda, un sonido áspero.

Una lágrima solitaria se desplaza tímidamente por mi cara. No hay testigos, ¿por qué la timidez? De pronto, la consciencia de que quedarme allí parado sería mi fin. Mi cuerpo entero luchando por mantener mi sangre en movimiento. No encuentro las fuerzas para asistirlo en su labor. Me rindo y caigo de espaldas. La nieve quema, sentí. Estoy casi desnudo, será rápido, pensé.

Seguí el trayecto de un copo de nieve con la mirada. Quise visualizar el momento en el que ese mismísimo copo había dejado ser agua. ¿Por qué fue?

Comencé a percibir los demás copos de nieve cayendo. Un exilio en masa, ¿o una vuelta a casa? En algún momento ese copo de nieve volvería a ser agua. Haría de un lago, una nube o el suelo de un bosque su hogar. Me pregunté cómo era posible vivir todo ese proceso con tanta naturalidad. Sentí admiración e irritación a la vez.

Acabo entregándome a un estado semiconsciente. Ya no recuerdo cómo llegué allí ni de dónde vengo, pero no me aflige. Me siento liviano y eso me gusta.

Siento un destello de calor en mi mano y percibo que se mueve. Mis ojos sólo me devuelven imágenes borrosas. Veo una mancha de color naranja y comienzo a hacer foco. Es un zorro.

Lame la mano que ya no me digno de llamar mía, luego el brazo y luego la mejilla. Dejo caer mi cara hacia un lado y me encuentro con la intimidante mirada del zorro que me penetra y atraviesa. Me veo a través de sus ojos: veo toda mi luz y todas mis sombras. Le susurro unas palabras al oído. Aunque no las recuerdo puedo afirmar que fueron las más verdaderas que pronuncié en mi vida.

Me azota una profunda humildad y agradezco tener al único destello de calor en ese gélido bosque a mi lado. Me siento seguro. Me entrego.

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